19 de noviembre de 2007

La uitilidad del E-mail...bueno sería

Hace poco hice el ejercicio de repasar todas las sandeces y barbaridades que me han llegado por e-mail, y cómo hubieran cambiado mi vida, algunas lo hicieron, si las hubiera realizado. Aquí unas cuantas

1. Cuando bailaba me aterroricé de levantarme a una mujer que esté conectada con ladrones de órganos y que así me roben las córneas o me saquen los dos riñones y hasta el esperma, dejándome tirado en una tina llena de hielo y sangre con un mensaje en el espejo que diga: "Llama a emergencia, pero de todas maneras te morirás".

2. Dejé de tomar Coca-Cola luego que me enteré que sirve hasta para quitar el sarro de los inodoros, al menos hasta que averigüé que no hace casi ni mierda

3. Dejé de ir al cine por miedo a sentarme en una butaca con una jeringa infectada con SIDA.

4. Dejé de pasar por esquina de la Arequipa por la Aramburu por el temor a que una viejita me pida ayuda con el celular y que me intoxique con burundanga.

5. Casi vendo mi celular porque me iban a regalar un Sony Ericsson, pero nunca me llegó. De igual forma dejé de usarlo por un tiempo por temor a que las ondas me dieran cáncer cerebral, o que empezara a controlarme la CIA

6. Igualmente, me perdí de unos juergones por borrar cuanto mensaje de texto me llegara por temor a que hackearan mi celular, felizmente me duró un par de semanas

7. Dejé de tomar Pulp por temor a los envases con SIDA

8. Me aterré de comer pollo y hamburguesas porque no son más que carne de engendros horripilantes sin ojos ni pelos, cultivados en un laboratorio.

9. Dejé de tener relaciones sexuales por miedo a que me vendan los condones infectados y/o que igual pueda meter la pata y me dé SIDA porque los espermatozoides son capaces de atravesar el látex (algún isótopo nuclear deberán tener porque no le encuentro otra explicación)

10. Estuve a punto de darle dinero a la cuenta de Brian, un enfermito terminal que estuvo a punto de morirse unas 7000 veces, la mayoría en hospitales tan lejanos como el Beirut o el de Londrés

11. Casi me convence de ser activista en una campaña contra la tortura de unos osos asiáticos a los que le sacaban la bilis, y contra la tala en la Selva Amazónica.

12. Me bajé cuanto antivirus existía para evitar que la ranita Budweiser invadiera mi disco duro o que los Teletubbies se apoderaran de mi protector de pantalla, mandando soeces estrofas por mis parlantes.

13. Esperé como huevón los $1500 que me mandarían Microsoft y AOL por participar en la prueba de rastreo de e-mail, el viaje a Disneylandia con todo pagado lo sigo esperando.

14. No me gané los 10 millones, ni el Ferrari F-50, ni tuve sexo con Scarlett Johansson, que fueron los tres deseos que pedí luego de mandar a diez personas el Tantra Mágico enviado por el Dalai Lama de la India.

15. Me encomendé a cuanta virgen que ofrecía llevarse mis penas, ahora no sé que chucha soy (musulmán, católico, crisitiano, fundamentalista o mormón) y no me importa.

NOTA IMPORTANTE: Si no copias este post y lo reenvías a un millón de personas te defecará un perro a las 12 del mediodía (y el perro tendrá rabia y te contagiará), pero sí lo envías a Bill Gates te declarará su único heredero.

1 comentario:

Kyemo dijo...

lo mejor q he leido en lo q va del año!