29 de setiembre de 2007

Un día...

¿Qué se necesita para calificar un día como una verdaderamente olvidable? A ver déjenme pensar: revisé mi billetera y me di cuenta que sólo me quedaban 20 lucas que deben cubrir mi alimento dominical, copias, cigarros y agua. El lunes comienzo parciales y noté que tengo que leer el equivalente a dos evangelios para mis tres primeros exámenes. La gripe que me aqueja hace una semana se niega a largarse y me sigue reventando, sobre todo hoy día en que mi tos pasó a ser la de un simple resfrío a la de tuberculosis crónica. Desde que me desperté la cabeza me quiere explotar, y me encantaría que pasara.

Tal vez lo único bueno fue armar una chupeta increíble de la nada y que me pagaran por una chamba que hice para la universidad – plata que debo ahorrar si quiero ir a algún concierto o un partido de Perú, o para lo que sea -. Pero la cereza para ese postre pasado que fue este viernes, ha sido, sin lugar a dudas, el terminar mi relación de dos años en forma definitiva.


No es nada que me joda por sobremanera, pero de hecho que molesta. Así que por las siguientes dos semanas todo se puede ir al carajo, me lleva el demonio a quien no le parezca; en dos semanas debería recibir una noticia que espero desde casi inicios del año.


Por ahora, sólo quiero descansar, mi próxima cita es con mi cama.

1 comentario:

Luis Fernando Gamio dijo...

hace una semana q me puse mal: me pelee con leina por q ta nerviosa por el internado, las plazas son fuera del cusco, no sé hablar quechua, he somatizado ya q me duele el cuello, la cabeza y ya casi no tengo estómago. El chicharron de calamar q comí me cayo mal, tengo las manos frias y mucha sed, corre un viento de m... por la noche y no he tendido mi kma... no tan tragico como el tuyo pero te entiendo